4 claves que te ayuda realmente a enfocarte en tu vida.

¿Te ha pasado que haces mil cosas a la vez? Seguramente la respuesta es sí, todos lo hacemos, pero ahora viene la pregunta del millón ¿cuál es el resultado de hacer tantas cosas a la vez? Realmente conozco pocas personas que puedan decir que tiene esta habilidad especial y que su resultado sea óptimo, todos nos creemos multitask, pero con esa creencia viene un tema de frustración cuando al final las cosas no salen como queremos.

A mí me pasaba continuamente que estaba haciendo x cosa y en justo en ese momento me acordaba de algún otro pendiente y dejaba lo que hacía por hacer  lo otro y al final de mi día todo lo dejaba a la mitad, a eso le llamo el “efecto Dory”, ¿te acuerdas de Dory, de la película buscando a Nemo? Dory es la co-protagonista, un pez cirujano azul que sufre "pérdidas de memoria a corto plazo", aunque ella tenía un motivo, su forma de actuar era distraída y cambiaba de objetivos constantemente. ¿Qué tanto te pasa el “efecto Dory”?

Si tú te encuentras ahora mismo en ese punto de tu vida donde realmente quieres ponerle foco y orden te comparto 4 claves que en lo personal me ayudan a tener a mantenerme enfocada.

1. Poner orden en tu vida.

Tanto interior como exteriormente. Cuando comienzas a aceptarte tal y como eres y a realizar un viaje de autoconocimiento interior, comienzas al mismo tiempo a poner en orden tu caos interior. Y poco a poco (o diría que casi a la vez) el cuerpo y tu mente te piden que comiences a poner en orden en tu espacio exterior. Yo tengo la teoría de cómo es adentro es afuera.

2. Comenzar a realizar pequeños proyectos.

Empieza eligiendo uno, un pequeño proyecto, sólo uno, y comprométete a llevarlo hasta el final. Puede ser algo como acomodar uno de tus cajones, apuntarte a esas clases de yoga que llevas tiempo queriendo hacer, comenzar a comer sano, levantarte una hora antes todos los días para disfrutar de un rico desayuno, salir a dar un paseo todas las tardes, probar cada día un camino nuevo para ir o volver del trabajo…

Pequeños objetivos que te obliguen a realizar un pequeño cambio en tu rutina diaria, que te obliguen a salir poco a poco del círculo vicioso en el que te habías acomodado. Y sin que te des cuenta, el logro de estos pequeños objetivos te hará empezar a sentirte más segura de ti misma y pondrá en marcha la maquinaria que te hará querer seguir haciendo más y más proyectos, y probar más y más cosas nuevas.

3. Sé determinante.

Visualiza el objetivo que quieres lograr, no importa el tamaño, importa la sensación que te provoque saber que logras lo que te vas proponiendo. Recuerda que ser organizado/a o no es un hábito, y los hábitos se empiezan a crear al menos en 21 días.

Te invito a que hagas este ejercicio, yo lo llamo “aprende tu canción”, son sólo 6 pasos:

1. Escucha la canción. Quizás leyendo la letra al mismo tiempo.

2. La segunda vez intentas cantarla mientras la escuchas por segunda vez pero te equivocas muchas veces. Pero al equivocarte, al escuchar la original, ves en qué partes no lo estás haciendo bien.

3. Repites el segundo paso un montón de veces, corrigiendo muchas veces y aprendiendo cada vez más.

4. Intentas cantarla sin la canción pero te das cuenta de que aun cometes algunos errores.

5. Escuchas la canción de nuevo, solucionando esos nuevos errores.

6. Repites los pasos 4 y 5 hasta que puedes cantar la canción perfectamente por ti mismo.

Dependiendo de la persona, unos irán más rápido que otros, pero que el proceso siempre es el mismo. Y que hay personas que no repetirán pasos las veces suficientes y por lo tanto no llegarán a dominar del todo su canción. Pero el proceso seguirá siendo el mismo.

Ahora llévalo a crear nuevos hábitos.

1. Creamos un plan para el hábito.

2. Lo intentamos.

3. Fallamos en algún momento del camino.

4. Nos sentimos mal al respecto, sentimos que no somos disciplinados. Abandonamos.

Al compararlo con el proceso de aprender una canción, nos damos cuenta de que abandonamos en el paso 2. Otros se quedan en los pasos 3 y 4. Y unos poquitos siguen hasta llegar al paso 6.

Fíjate. Si te das cuenta (y te recuerdo que esto es aplicable a mucho más que a cambios) lo que nos impide seguir con el proceso natural de aprender, cambiar, incorporar y quitar cosas de nuestras vidas es ni más ni menos que nuestra intolerancia al error. Nuestra incapacidad para aceptar nuestras equivocaciones.

La única manera de acostumbrarnos a ellos es cometerlos. No buscarlos (aunque hay quien los busca a propósito como entrenamiento), pero sí acometer decisiones y acciones que nos pueden llevar a ellos.

¿Estás dispuesto a cometer errores? ¿Estás dispuesto a llegar al paso 6? ¿Estás dispuesto a cantar tu canción?

4. Sé tú mismo/a

Es de vital importancia que comiences a expresar lo que realmente piensas y sientes sin importarte si defraudas o no a los demás (realmente a quién te estás defraudando es a ti mismo).

Es de vital importancia que comiences a plantearte qué cosas de las que estás haciendo (o con las que te has comprometido), valen la pena realmente o no para ti.

Tienes que abandonar el pensamiento de que estás atado/a de por vida a todos los compromisos que has adquirido. Tienes que dejar de decir que sí a todo lo que te propongan, sin darte tiempo a pensar si realmente es algo que está alineado con el tipo de vida que quieres tener o si te puede robar tiempo para dedicárselo a algo que realmente te valga la pena a ti, y sólo a ti.

Por ello no hay que tener miedo a decir que no. A decir que no a proyectos y a decir que no a las personas tóxicas de tu vida, las que sólo drenan tu energía.

Estos cuatro puntos clave son los que me han ayudado a estar enfocada en mi propósito de vida, en lo que realmente quiero para mí y mi vida.

Así que te invito a que las lleves a cabo, a que te pruebes que los objetivos no son inalcanzables, quizá te has creído esa historia, pero quizá sea tiempo de romper con ella ¿no crees?