¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

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Todo está en constante cambio a nuestro alrededor, las calles cambian de sentido, las ciudades se van modificando conforme a las necesidades, el clima, TODO. Tú has cambiado, te aseguro que no eres el mismx de hace algunos años, lo interesante aquí, es qué tanta resistencia tienes a los cambios.

Algunas personas se resisten a cambios tan simples como por ejemplo, mover un mueble de lugar o deshacerse de un objeto, aunque moleste o no guste, simplemente por el hecho de que siempre estuvo allí.

Hay hábitos y actitudes que nos hacen daño y los seguimos manteniendo como si estuviéramos enganchados a ellos. 

Si los vemos desde una distancia nos damos cuenta de que son nocivos pero seguimos realizándolos, los usamos en automático, son patrones de conducta en los que estamos encasillados. 

¿De dónde viene esta resistencia? De la estabilidad

Los seres humanos buscamos estabilidad, es decir, queremos que las cosas sean lo más sencillas, fáciles y conocidas posibles. Es el motivo por el que tratamos de sentirnos seguros y de tener ciertas costumbres fijas y estables.

El cambio es de todo menos estabilidad, y por eso cuando tenemos que cambiar o nos sentimos obligados a hacerlo, sentimos un rechazo a este, porque el cambio nos invita a desestabilizarnos durante unos instantes (que pueden ser días, meses y a veces… años). Eso depende de la resistencia que pongas. Recuerda que lo que resistes, persiste.

Sé que no es tan sencillo cambiar, ya que todo tu sistema interno va a poner todos los peros y obstáculos para que el cambio no ocurra. Tu sistema va a esforzarse por mantener el equilibrio que cree haber alcanzado. Y va a sacar todos los ‘perros guardianes’. Y esa parte de ti que no quiere que cambies tendrá siempre argumentos muy convincentes para que no salgas de ahí. ¡También es parte del proceso de cambio!

Te comparto desde mi experiencia los factores que te apoyan a generar un cambio sostenible:

-Convicción: Tienes que estar 100% segurx y convencidx que deseas crear ese cambio. Si tu motivación es propia e interna tendrás más probabilidad de que perdure.

- Intención: Ten claro el para qué deseas tener este cambio y qué vas a suceder cuando lo logres.

- Canaliza tus emociones: Hazte consciente de qué emociones se hacen presente en ti durante este proceso, te propongo que lleves un diario donde vayas anotando todo lo que está pasando con tus emociones. Si sientes que no puedes canalizar tus emociones solx, acércate a un especialista que te apoye.

- Sé compasivx: Cualquier cambio que hayas decidido llevar a cabo, va tener altas y bajas. Si te descubres volviendo a viejos paradigmas, sé amable contigo, mantente consciente de tus diálogos internos.

Te reto a que hoy hagas un cambio, por más mínimo que parezca; puede ser que uses una nueva ruta para llegar a tu casa o trabajo, hacer combinaciones distintas en lo que piensas ponerte de ropa mañana, modificar los horarios en que haces ciertas actividades.

Pruébate y pruébalo, recuerda que los pequeños cambios, generan grandes diferencias. 

Descúbrete cómodx en la incomodidad.