¿Realmente eres responsable de ti?

A mí me funciona definir la RESPONS(H)ABILIDAD, como la habilidad de responder ante una situación. En pocas palabras, no se trata de lo que te pasa, sino cómo reaccionas ante lo que está pasando.

san francisco.jpg

Quejarnos en ocasiones se ha convertido en el deporte nacional por excelencia, nos hemos vuelto adictxs a echar culpas (es que el gobierno, el clima, mis padres, la mala suerte) entérate de una vez que TÚ has creado lo que tienes alrededor. Eres el centro de tu propio universo y todos los actores, situaciones y cosas que existen en él han sido elegidas por ti.

Cada instante de nuestra vida es una elección para hacer o no hacer, tener o no tener, ir o no ir. Pero cuando no aceptamos las posibles consecuencias (incluso las más pequeñas, en los eventos cotidianos de nuestra vida), de eso que hemos decidido, estamos tirando la piedra y escondiendo la mano. Aceptar que el efecto X está provocado por la causa  y es esencial y muy importante para recuperar el poder que tenemos sobre nuestra vida, pero parece que no llegamos a creérnoslo del todo y continuamente echamos responsabilidad fuera de nosotros, realmente esto es MUY cómodo, ¿no crees?

Ser responsables significa asumir las consecuencias de las decisiones que tomamos, por tanto, significa excluir de toda culpa a las circunstancias o personas que nos rodean. Expresiones como “ella/él me hace enojar”, “esto es lo que me tocó vivir”, “no tengo ese trabajo porque mi jefe me ha puesto el pie”, son expresiones que ponen de manifiesto nuestra falta de responsabilidad.

Existe un concepto que se denomina “libertad interior”, y cuyo ejercicio responsable o no depende exclusivamente de nosotrxs. Esta “libertad interior” implica la forma en la que interpretamos las cosas que nos suceden, incluso de aquellos sucesos externos que escapan de nuestro “control”. Es cierto, que no podemos controlar absolutamente los resultados en sí de nuestras acciones, o los comportamientos y actitudes de los demás, pero sí decidir nuestra actitud y la interpretación que hacemos de esos resultados (personalmente creo que no tenemos el control de NADA). En este sentido, nuestra actitud y nuestra interpretación puede ser optimista o pesimista, desde una posición de “sentirse” víctima, dejándonos llevar por la frustración, o bien desde una posición de protagonistas de nuestras propias vidas, aprendiendo de errores. Esto es una decisión que depende única y exclusivamente de nosotrxs, del ejercicio que hagamos de nuestra “libertad interior”.

En cierta forma, al tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad plena sobre nuestro bienestar, nos liberamos de muchas ataduras, tomamos las riendas de nuestra vida. Entonces nos volvemos proactivos, tomamos conciencia y decisiones sobre las cosas que pensamos, nuestras creencias, nuestras interpretaciones, las cosas que realmente nos importan.

En el momento que gritas bien alto: “acepto mi responsabilidad por todas las cosas que me suceden, puesto que soy xl creadxr de todas ellas”, te mandas un potente mensaje. ERES TU CREADOR . Siendo consciente de que has creado todo tu universo, aunque aún no sepas cambiarlo, es ponerte en el centro del mismo y sentirte con pleno poder para modificar las cosas que no te gusten.

Aceptar la responsabilidad es algo tan simple como observar que algo no ha salido como deseabas, o que no te gusta y decir: esto no es lo que me esperaba, pero acepto la responsabilidad de haberlo creado, pregúntate: ¿Para qué me está ocurriendo esto a mí? ¿Qué hago con esta situación? ¿Cómo quiero vivirla?

Todas las respuestas están en ti, si cambias la interpretación aparece un nuevo mensaje.